LAS PENSIONES MÁS ALTAS PAGARÁN CASI 1.400 EUROS EXTRA DE IRPF ESTE AÑO
Las pensiones públicas se beneficiarán de una mejora del 8,5% para compensar la pérdida de poder adquisitivo provocada por la inflación. Este incremento provoca, como consecuencia, un salto también en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que deberán abonar los beneficiarios de la pensión públicas en la declaración correspondiente al ejercicio de 2023. En el caso de los pensionistas con la pensión máxima del sistema -que supera ya los 42.000 euros anuales-, el incremento extraordinario por este impuesto será de unos 1.360 euros.
Son cálculos facilitados por el Consejo General de Economistas (CGE) . Así, refleja la parte del gasto en pensiones que retornará al Estado en forma de impuesto sobre la renta. Para cuantificar este impacto, se toma el ejemplo de un pensionista jubilado, soltero y de 70 años. Para una pensión media del sistema, que asciende a casi 19.000 euros este año, la diferencia a pagar en la declaración de la renta de primavera de 2024 será superior a 170 euros, aportando en total casi 1.600 euros por este tributo.
La prestación pública media de los asalariados -la mayor parte de los pensionistas que han cotizado durante sus carreras en el Régimen General-, ha mejorado hasta rebosar los 21.300 euros tras la subida del 8,5% recogida en los Presupuestos. En la próxima declaración, se prevé un incremento del desembolso en este impuesto que se aproxima a los 600 euros, llegando a declarar por IRPF casi 2.650 euros.
En el extremo más próximo a la pensión máxima, el tramo previo sumará a su declaración por IRPF más de 1.000 euros tras conseguir una subida de casi 3.000 euros por la indexación de las pagas públicas a la inflación media. Los jubilados en este tramo abonarían, por tanto, más de 7.000 euros a las arcas de la Agencia Tributaria; y el tramo máximo también rebosaría los 8.000 euros por esta partida.